martes, 9 de febrero de 2016

Una gran coraza...

Cuando te fallan tanto, aprendes a vivir a la defensiva. Con cada una de las decepciones vas construyendo una gran coraza que te protege y te aísla del mundo. Y vas por el mundo, sin mostrar lo que sientes, alejando a las personas que pueden llegar a hacerte daño. Y cuando comienzas a notar que puedes sentir algo más por alguien, huyes. Porque no vas a permitir que nadie vuelva a reírse de ti, porque estás cansada de que no te tomen en serio. Y es que, si una persona merece la pena luchará por romper esa coraza, por intentar conocerte, por demostrarte que vales más que todos esos desengaños que alguna vez te has llevado.