miércoles, 18 de noviembre de 2015

Ciegos...

Y justo al ser humano le falta ser humano. ¿En qué mundo vivimos? ¿Por qué nos matamos entre nosotros? ¿Y se supone que somos el ser vivo más inteligente? ¿De verdad? Cada día que pasa estoy más confundida. No sé dónde quedó eso de “humanidad”, “solidaridad”... ¿Dónde? No paro de escuchar esas palabras por todos sitios pero, no, no las encuentro en ningún hecho. Y es que “últimamente” estamos viviendo situaciones que nos devuelven a la realidad que se está viviendo en este mundo. Situaciones horribles, donde unas personas a las que se les ha ido la cabeza y por defender su “religión” están atentado contra personas inocentes, que nada tienen que ver con sus locuras... Hasta hace dos días, todos parecía que éramos ciegos ante las miles de barbaridades que ocurren en muchos sitios, hasta que ocurrió en un país cercano, un país que está a nuestro lado, un país más “importante”. Nos alarmamos, nos solidarizamos con ellos, llenamos las redes sociales con su bandera y con miles de fotos apoyándoles... ¿y los demás?  ¿Dónde están los demás países que día tras día tienen bombardeos? ¿Dónde cada día mueren personas inocentes por los mismos motivos? Sí, cada uno es libre de apoyar a quién quiera, lógicamente... pero me parece triste que dejemos olvidadas a tantas personas solamente porque no son de nuestra zona o “como nosotros”. De verdad, solo quiero con este texto haceos reflexionar un poquito, sólo un poco. 

martes, 10 de noviembre de 2015

Personas en peligro de extinción.

Y es que en esta vida hay personas que te hacen sentir bien con sólo tenerlas al lado. Con saber que está ahí, tú te sientes más segura, te sientes capaz de todo. Son como un colchón que te protegerá en caso de caídas. Un colchón que parará tu caída y te impulsara, con su rebote, a subir más alto. Y es que cuando te abraza, ves que el mundo vuelve a tener sentido. Hay personas que solo ocurren una vez en tu vida. Personas en peligro de extinción. Que son buenas e incondicionales. Personas que saben qué necesitas, cuándo lo necesitas y cómo lo necesitas. Personas que, a veces, te conocen mejor que tú mismo. Y las miras a los ojos, y sabes que son verdaderas, que te quieren y que nunca te harán daño. Nunca. Personas que te cogerán de la mano para seguir adelante y que irán a tu lado en cada paso que des. Personas que creerán en ti, a pesar de todo, a pesar de todos. Personas que siguen ahí cuando piensas que se ha ido todo el mundo. Y aún en los días cuando no te soportas, están ahí para recordarte que vales más de lo que crees. Y te hacen reír, reír a carcajadas, en momentos donde veías imposible dejar de llorar. Y es que esas personas son las que hacen de este mundo, un lugar mejor para vivir.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Cosas inevitables.

Y, sin darte cuenta, ya se ha colado en tu vida. “No quiero enamorarme de nadie, no quiero enamorarme de nadie” te repites constantemente. Pero hay cosas inevitables y, así es, esta es una de ellas. Lo intentas, pero no puedes dejar de pensar en él. En cómo estará, en si te tendrá tanto en su mente como tú lo tienes en la tuya, en si tendrá ganas de verte, de abrazarte... Porque tú sí, tú te mueres por darle un abrazo fuerte, largo... de esos en los que el mundo se para y sólo existís él y tú. Y es que no puedes evitar que te salga esa sonrisa tonta cuando hablas de él. Y decir “no, no me gusta” cuando la gente nota lo que tú te niegas a reconocer. Porque ¡no pasa nada! Ese chico te gusta, te encanta escuchar su voz diciendo tu nombre, te hace reír a carcajadas con cada una de sus ocurrencias, siempre está ahí para escucharte y darte ese abrazo cuando más lo necesitas. No temas a quererlo, a darle ese amor que él mismo está haciendo que nazca en ti. Porque no hay nada más bonito que dar amor mientras lo recibes. No tengas miedo a nada, porque con ese miedo, sólo te estás perdiendo lo que podría ser una bonita historia de amor, tu historia de amor.