jueves, 22 de agosto de 2013

Dar y no recibir.

Dar y no recibir. Dar y no recibir. Dar y no recibir.
La misma rutina de siempre, das mucho y recibes muy poco. Y un día piensas en dejar de dar, pero al poco tiempo te sientes mal y tienes que seguir dando.
Porque una ya se cansa de ir siempre detrás de la gente. Es bonito ir sacando sonrisas a la gente, es bonito hacer sentir bien a alguien que se sentía mal, es bonito que confíen en ti y se desahoguen contigo… pero, ¿Dónde quedo yo? ¿Dónde están esas personas cuando algo en mi vida va mal? ¿Dónde están cuando mi ánimo está bajo? No las encuentro, no están por ningún lado.
Puedo contar con los dedos de una sola mano las personas que siempre están ahí y creo que me sobrarían dedos.
Es triste ver como personas por las que hubieses dado todo por verles sonreír, cuando estás mal desaparecen como si nada.

¿Acaso son más importantes que yo? ¿Acaso ellas tienen más derecho a tener a alguien que las anime? No, todos somos iguales y todos necesitamos a alguien cuando las cosas no van bien. Pero así de tonta soy, seguiré estando para todos aunque sólo muy pocos estén para mí. 


domingo, 18 de agosto de 2013

Tu felicidad nunca debe depender de nadie.

A veces no nos damos cuenta pero lo único que necesitamos para ser felices se encuentra en nosotros mismos. Es algo que siempre olvidamos y debemos aprender: tu felicidad nunca debe depender de nadie.
Esto tiene una muy sencilla explicación: si tu felicidad depende de alguien y ese alguien un día se va, ¿se va también tu felicidad? Así no pueden funcionar las cosas.
Por eso, nunca pongas a nadie por encima de ti, nunca pienses que alguien es más importante que tú, sé feliz por ti mismo y no por nadie más.
Todo esto suena egoísta, lo sé, pero tenemos que aprenderlo y llevarlo a cabo para disfrutar mejor de la vida.
Tenemos que mimarnos, comprarnos nuestros caprichitos, querernos, aceptarnos...

Al fin y al cabo, nadie nos conoce tanto como nos conocemos nosotros y para nadie eres imprescindible, salvo para ti mismo. 

sábado, 17 de agosto de 2013

Bonita sensación

Esa sensación que se tiene al pensar en alguien las 24 horas del día. Esa sensación de que sin esa persona, tu vida no tendría el más mínimo sentido. Esa sensación de querer hablar con esa persona todo el tiempo posible. De abrazarle, de pasar horas juntos.Esa ilusión con la que le hablas en la madrugada. Ese mensaje que te llega cada mañana con sus “buenos días”. Que tu sonrisa tonta tenga su nombre y apellidos.

Porque cuando estás enamorado, tu mundo se vuelve mucho mejor. Por muchos problemas que tengas, si estás a su lado desaparecen.


Y esa bonita sensación quiero volver a sentirla. Porque hace tiempo que nadie me hace sentir así, especial.