Siempre había soñado con mi cuento de hadas. Siempre me
había gustado pensar que en algún sitio se escondía mi príncipe. Siempre pensé
que tenía en alguna parte del mundo se encontraba mi media naranja. Pero
siempre acababa decepcionándome y viendo cómo una y otra vez me hacían daño.
“El amor no es para mí” pensaba, y entonces apareciste tú. Con una sonrisa me
das todo, con tu mirada me haces sentir especial. Nunca pensé que yo iba a ser protagonista de una historia tan
bonita, nunca. A veces, cuando me paro a pensar, me da miedo. Miedo de que esto
sea un sueño. Miedo de que, de repente, abra los ojos y me encuentre otra vez
con la triste realidad. Pero no, ahora tú formas parte de esta realidad, de
nuestra realidad.